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Documento Marco sobre Enfermedad Renal Crónica (ERC) dentro de la Estrategia de Abordaje a la Cronicidad en el SNS

Las asociaciones de pacientes han justificado la necesidad de la estrategia en base al elevado impacto psicosocial que tiene esta enfermedad crónica sobre el propio paciente y su entorno familiar y social.

Introducción

Objetivos del grupo de trabajo de ERC

Los profesionales sanitarios, las asociaciones de pacientes y las autoridades sanitarias competentes coinciden en la necesidad de incluir la Enfermedad Renal Crónica (ERC) en las Estrategias de las Enfermedades Crónicas. Las sociedades científicas han justificado esta demanda en su elevada prevalencia, morbimortalidad cardiovascular, infradiagnóstico, costes económicos y en el bienestar de las personas afectadas. Las asociaciones de pacientes han justificado la necesidad de la estrategia en base al elevado impacto psicosocial que tiene esta enfermedad crónica sobre el propio paciente y su entorno familiar y social (1, 2, 3 ,4). La ERC supone un coste social y económico (casi un 10 % de la población afectada y 3% del gasto sanitario total) muy elevado que requiere criterios coordinados entre los profesionales sanitarios que garanticen los mejores niveles de calidad en la prevención, diagnóstico y tratamiento. Según la OMS las patologías crónicas suponen el 75% del gasto sanitario.

La Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud (5) establece objetivos y recomendaciones que permitirán reorientar la organización de los servicios hacia la mejora de la salud de la población y sus determinantes, la prevención de las condiciones de salud y limitaciones en la actividad de carácter crónico y su atención integral. Esta iniciativa pretende que el Sistema Nacional de Salud pase de estar centrado en la enfermedad a orientarse hacia las personas, hacia la atención de las necesidades de la población en su conjunto y de cada individuo en particular, de manera que la asistencia sanitaria resulte adecuada y eficiente, se garantice la continuidad en los cuidados, se adapte a la evolución de la enfermedad en el paciente y favorezca su autonomía personal.

La estrategia para el Abordaje de la Cronicidad contempla los siguientes aspectos:

  • Aumento de la transparencia y la participación social.
  • Coordinación entre los niveles de atención primaria y especializada, y entre el sector sanitario y el social, que garantice la continuidad asistencial.
  • Atención de la pluripatología, comorbilidad y situaciones de especial complejidad.
  • Trabajo multidisciplinar que garantice la continuidad en los cuidados.
  • Implicación de los pacientes en el cuidado de su salud.
  • Fortalecimiento del papel de los profesionales de la medicina y la enfermería de atención primaria.
  • Mejora de la intervención social y de las personas cuidadoras.
  • Estratificación de la población para priorizar y optimizar la prevención y atención.
  • Valoración integral de las necesidades sanitarias y sociales para planificar intervenciones individualizadas.
  • Mejora de la comunicación, personalizar el trato y humanizar los cuidados.
  • Coordinación entre los servicios sociosanitarios.

A estas líneas de trabajo las asociaciones de pacientes proponen añadir las dos siguientes:

  • Atención multidisciplinar, en colaboración con los servicios de asistencia social, psicología e información dietético-nutricional.
  • Fomentar la actividad laboral dentro del colectivo de pacientes renales en edad laboral, ofreciendo orientación laboral, y herramientas de inserción y mantenimiento del empleo, en colaboración con las asociaciones de pacientes.

Las recomendaciones que se han consensuado en este documento son coherentes con las siguientes líneas estratégicas establecidas en la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad:

  • Promoción de la salud.
  • Prevención de las condiciones de salud y de las limitaciones en la actividad de carácter crónico.
  • Continuidad asistencial.
  • Reorientación de la atención sanitaria.
  • Equidad en salud e igualdad de trato.
  • Investigación e innovación.

Recientes trabajos han aportado sólidos argumentos sobre el impacto de la atención del enfermo crónico para el sistema sanitario y han propuesto medidas concretas para el abordaje de la ERC (8) que son coherentes con las recogidas en este documento.

Existe una elevada demanda social, las medidas preventivas son factibles, la enfermedad es tratable, y los recursos necesarios pueden mejorarse mediante una atención integral, multidisciplinaria, coordinada con todos los profesionales, enfocada a la equidad y la calidad de la atención.

La aplicación de los criterios consensuados en este informe no implica necesariamente un aumento de recursos pero sí precisa la adaptación y la optimización en la utilización de los medios ya disponibles.

Con el fin de dar respuesta a estos retos, la Subdirección General de Calidad y Cohesión del MSSSI promovió la creación de un Grupo de Trabajo integrado por representantes designados por las Consejerías de Salud de todas las CCAA, cuyo objetivo principal fue valorar la situación del proceso de atención integral de la ERC y formular las líneas de actuación para la mejora de la calidad. Los criterios técnicos y las recomendaciones de este documento están enmarcadas en las actividades de la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud, tal y como han demandado las sociedades científicas, los profesionales sanitarios y las asociaciones de pacientes.

Los objetivos de esta iniciativa son los siguientes:

  • Promover la promoción de la salud y la prevención activa.
  • Aumentar el diagnóstico precoz de la enfermedad y reducir la mortalidad prematura.
  • Reducir los costes sanitarios, sociales y económicos.
  • Disminuir los factores de progresión, prevenir el deterioro de la capacidad funcional y reducir la morbimortalidad cardiovascular.
  • Mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los afectados y de sus cuidadores.
  • Reducir la iatrogenia por el uso inadecuados de fármacos
  • Aumentar la participación del paciente en la toma de decisiones para elegir libremente el tratamiento sustitutivo más adecuado a su situación personal.

El documento final fue presentado y aprobado por el pleno del CISNS y en  su elaboración intervinieron  diferentes Sociedades Científicas. En representación de FAECAP estuvieron trabajando las enfermeras/os: Cristina Obaya Prieto, Lucia Serrano Molina y Javier Carrasco Rodríguez.

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