Con éste lema y una imagen muy gráfica de un corazón “mal herido” por el humo, la OMS pretende poner de relieve los riesgos asociados con el tabaquismo a nivel personal y social, y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo.
Como todos los años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprovecha el
Día Mundial sin Tabaco para llamar la atención sobre el problema del tabaquismo, fomentando la reflexión crítica. En esta ocasión ha puesto el énfasis en difundir la estrecha relación entre la patología cardiovascular y el consumo de tabaco o la exposición al humo de tabaco.
Con el lema “El tabaco rompe corazones. Elija Salud, no tabaco” y una imagen muy gráfica de un corazón “mal herido” por el humo, la OMS pretende poner de relieve los riesgos asociados con el tabaquismo a nivel personal y social, y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo.
El consumo de tabaco, además de ser en sí una enfermedad, es un factor de riesgo importante de cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y vasculopatía periférica. El tabaquismo activo e involuntario contribuyen a producir cerca del 17% de las defunciones por cardiopatías, primera causa de muerte en nuestro entorno. Hay que tener en cuenta que el porcentaje de personas consumidoras de tabaco se mantiene muy elevado en nuestro entorno (1 de cada 4), de manera que tenemos a un alto porcentaje de la población (25%) expuesta a sus riesgos, lo que genera enfermedad, sufrimiento, muerte y empobrecimiento.
En España la tasa de mortalidad ajustada por edad a causa de consumir tabaco asciende en nuestro país a 120,8 por cada 100.000 habitantes, siendo mayor en hombres (187,5) que en mujeres (67,5). Un 27% de las muertes producidas entre 2010 y 2014 en nuestro país a causa del tabaco fueron por patología cardiovascular. Aunque la mortalidad actualmente es mayor en hombres, hay que tener en cuenta que la mujer tiene mayor susceptibilidad y vulnerabilidad para sufrir algunas enfermedades relacionadas con el tabaco, entre ellas las cardiovasculares, y que por tanto las cifras de mortalidad van a ir cambiando de tendencias por el incremento del consumo en la mujer en los últimos años.
Los profesionales de enfermería tienen un papel esencial en la lucha contra el tabaquismo, y especialmente el colectivo que trabaja en Atención Primaria, por su cercanía a la población. En el día a día, son muchas las personas a las que enfermería proporciona cuidados que mejorarían su salud cardiovascular, si dejaran de fumar o no se expusieran al humo de tabaco. Por ello, FAECAP, como Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria, se une a la propuesta de la OMS para este día y pide la colaboración de toda la profesión para abordar el consumo de tabaco en la práctica habitual, y así prevenir la patología asociada. Sin olvidar, el papel que enfermería tiene en aclarar dudas a la población sobre los riesgos del tabaquismo involuntario, o sobre el incremento del riesgo al fumar tabaco y cannabis conjuntamente, así como sobre los nuevos productos del tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, cachimbas y el tabaco sin combustión, que mantienen la adicción sin reducir los riesgos.
Las medidas para reducir esta mortalidad están claras y establecidas en la
Estrategia MPOWER, que incluyen entre otras cuestiones potenciar espacios sin humo, advertir de los peligros del tabaco y ayudar a la población a dejar de fumar. Un reciente estudio ha puesto de manifiesto la oportunidad de poner en marcha estas medidas como
“vacuna” contra el tabaquismo, de manera coordinada e integral.
Desde la FAECAP está colaborando con distintas instituciones para promover la puesta en marcha de estas medidas, como es el caso del
CNPT, que impulsa distintas acciones de control y prevención del tabaquismo en nuestro país, especialmente dirigidas a abogar por una mayor implicación del Gobierno en el control de esta epidemia. También, formamos parte del
Proyecto EVICT (Evidencia Cannabis Tabaco) financiado por el Plan Nacional sobre Drogas e impulsado por el CNPT, que tiene por objeto evidenciar el
“nudo” o conexión entre estas sustancias y potenciar medidas de prevención que incluyen sensibilizar a sanitarios para que aborden el problema de manera conjunta.
